El Real Betis ha sufrido su primera derrota de la temporada ante el Athletic Club, en un duelo disputado en La Cartuja. El encuentro, desde los primeros compases, apuntaba a un empate riguroso, dada la igualdad entre ambos conjuntos.
Durante la primera mitad, el Betis dominó el juego con una táctica basada en una presión alta a la salida de balón y transiciones rápidas desde el centro del campo hacia los extremos. La propuesta funcionó bien, especialmente gracias a los buenos minutos de Roro Riquelme y a un espléndido Pablo García, que parecía llevar toda la vida jugando en Primera División. Entre las numerosas jugadas de peligro, destaca la del minuto 32, en la cual tras una cesión de Natan a Pablo en la frontal del área, el canterano bético realizó un disparo impecable que rebotó en Areso y se estrelló contra el larguero.
El dominio verdiblanco se sostuvo con un centro del campo sólido, protagonizado por Altimira, Fornals y el siempre creativo Giovanni Lo Celso. Sin embargo, una vez más, el Betis generó muchas ocasiones sin lograr materializarlas.
Al inicio de la segunda mitad, el guion parecía mantenerse, pero la mala fortuna se cebó con el conjunto heliopolitano. Tras un centro de Yuri desde el lateral, Marc Bartra, en su intento de despejar, remató involuntariamente a puerta, poniendo el 0-1 en el marcador para el Athletic.
A raíz del gol, el plan táctico del Betis se desdibujó. El partido comenzó a romperse y las ocasiones se igualaron para ambos equipos.
Manuel Pellegrini intentó reaccionar con un doble cambio: Nelson Deossa —quien debutaba en liga— y Bakambu ingresaron por Riquelme y Pablo García. Con ello, Fornals y Cucho pasaron a ocupar los extremos, dejando el centro del campo para Altimira y Deossa.
Los cambios parecían dar resultado y el Betis volvía a generar peligro, pero un centro de Robert Navarro, peinado hacia atrás por un desafortunado Bartra, permitió a Paredes rematar solo y establecer el 0-2.
El guion del partido se mantuvo: un Betis estancado, sin entender cómo, tras todo el esfuerzo, se encontraba dos goles abajo; y un Athletic crecido, que jugaba con comodidad.
Tras un último doble cambio —Chimy Ávila y Bellerín por Ángel Ortiz y Lo Celso— el marcador se maquilló en la recta final. Junior Firpo protagonizó una internada por la banda, recortó y centró un balón perfecto que Bakambu mandó al fondo de las mallas con un certero testarazo.
El árbitro señaló el final del encuentro tras una serie de protestas tanto en la banda como en el terreno de juego, que se saldaron con varias tarjetas amarillas y dos expulsiones para el conjunto bilbaíno, además de una amarilla para Junior Firpo.
Una derrota que deja al Betis con deberes tácticos y mentales de cara al próximo parón de selecciones.